Como el confinamiento ayuda ha estrechar los lazos familiares
Edad recomendada De 0 a +13 años
¿Creíais que os conocíais mejor? ¿No sabías que para tu hijo era muy importante algo que desconocías? Muchas familias están descubriendo cosas realmente interesantes de los otros miembros que conviven con ellos. El confinamiento y el pasar tantas horas juntos está siendo una gran oportunidad para conocernos mejor.
Muchas veces, no hay un buen conocimiento entre los miembros de la familia por falta de tiempo y dedicación debido al ritmo tan elevado al que nos vemos sometidos en el día a día. Y también, a las prioridades o interés en las que nos centramos. El pasar tanto tiempo juntos y en casa es una muy buena oportunidad de poder descubrirnos y centrarnos en nosotros, en la familia.
La base para conocerse, entenderse y ayudarse dentro de una familia es la comunicación entre todos los miembros que la componen. Es necesario dedicarse tiempo, escucharse sin distractores como pueden ser las pantallas u otros elementos que no ayudan a la comunicación ni al acercamiento. Es muy importante transmitirse mutuamente cómo nos sentimos, qué hemos hecho, qué nos gustaría hacer… Pero esta comunicación no debe ser unilateral exclusivamente, es decir, padres preguntan e hijos responden sino que también los padres deben transmitir. A los hijos les gusta saber de sus padres y tienen que conocerles. Además, los padres transmitiendo sus experiencias, sentimientos… enseñan a los hijos a comunicarse, puesto que la comunicación familiar también se trabaja y se educa.
Comunicar significa que hay un emisor y un receptor. Los dos deberán actuar correctamente.
La comunicación es una ciencia y un arte. Una ciencia porque se puede aprender a comunicarse mejor, y un arte porque todos, en casa, somos diferentes y cada uno necesitará que se le hable de forma personal. Es importante conocernos bien y conocer bien a nuestros hijos. Las diferencias enriquecen, no son obstáculos para entenderse bien.
El cariño es el principal factor que facilita la comunicación, y el gran obstáculo suele ser la falta de tiempo. ¿Quiénes son los ladrones de nuestro tiempo? ¿El trabajo? ¿Las aficiones? ¿Será que no sabemos organizar nuestras agendas? ¿Cuáles son de verdad nuestras prioridades? Ahora es un buen momento para reflexionar sobre ello y poner soluciones.
Otro obstáculo podría ser el ruido: TV, radio, música a tope, gritos… Es necesario buscar tiempos de tranquilidad. Tener “tiempos familiares” planificados, porque corremos el riesgo de no encontrarlos casi nunca. En estos momentos nos podrá resultar fácil sacar tiempo para ello, pero es interesante planificar o pensar cómo lo haremos después para que realmente lo cumplamos.
La familia favorece un ambiente de intimidad que facilita la comunicación, pues cada uno se muestra tal y como es, con total confianza.
La comunicación es el arte de expresarse bien, pero lo importante no es la riqueza del lenguaje, sino la apertura que se genera en el otro. Por ello, la comunicación se mide por la seguridad de que el mensaje emitido ha sido entendido y recibido con empatía.
Para que se dé una buena comunicación es necesario:
Existen ciertos aspectos que pueden facilitar la comunicación familiar:
Conviene evitar:
Existen diferentes niveles de comunicación familiar:
Nivel superficial. Se da en los que podemos llamar “hogares fonda”
Nivel intermedio:
Nivel profundo:
Guía práctica para la comunicación en familia:
EXPERTO:
Licenciada en Pedagogía. Diplomada en Magisterio de Educación Infantil. Asesora de Eduka&Nature.