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Principales trastornos del sueño en niños

Insomnio, terrores nocturnos, pesadillas o sonambulismo son los principales trastornos del sueño en niños

Edad recomendada De 0 a +13 años

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Durante la infancia es normal que los niños duerman mal, se despierten a menudo o sufran problemas como pesadillas, sobre todo en esta época de confinamiento. Pero estos problemas no siempre son trastornos del sueño, muchas veces son procesos normales causados por su desarrollo y su evolución.

Un tratamiento adecuado puede ayudar a los niños a descansar correctamente

Hay que distinguir entre problemas de sueño habituales que tienen los niños hasta los 7 u 8 años, como pesadillas o despertares frecuentes, de un verdadero trastorno del sueño. Estos últimos se caracterizan porque se dan todas las noches o casi todas, el sueño del niño es superficial, está cansado por el día y soñoliento, le cuesta levantarse por la mañana, está más irritable y agresivo, sufre dolores de cabeza y le cuesta concentrarse en clase.

Si notas estas señales de alarma en tu hijo, debes acudir lo primero al pediatra, quien hará una serie de preguntas y evaluaciones para derivar al especialista si hace falta.

Los principales trastornos del sueño en niños, según la Asociación Española de Pediatría, se dividen en 3 grupos: insomnio, hipersomnia diurna y parasomnias.

  • Insomnio

Incapacidad del niño para conciliar el sueño debido a hábitos mal adquiridos. También puede deberse a enfermedades o molestias como los cólicos del lactante. Otro trastorno asociado a la incapacidad para conciliar el sueño es el síndrome de las piernas inquietas que consiste en una necesidad urgente de mover las piernas cuando se está descansando.

  • Hipersomnia nocturna

Es un trastorno del sueño que se define como la necesidad imperiosa de quedarse dormido, especialmente de día. Se engloba dentro de esta categoría una serie de trastornos caracterizados por una excesiva somnolencia diurna (SDE), disminución de la alerta y duración excesiva del sueño nocturno, lo que interfiere en las actividades diarias.

Hay dos tipos de hipersomnias:

Primarias o intrínsecas, relacionadas con el sistema nervioso central. Son menos frecuentes e incluye enfermedades como la narcolepsia, el Síndrome de Kleine-Levin o la Hipersomnia Idiopática (de origen desconocido).

Secundarias o extrínsecas. La más común, sobre todo entre niños y adolescentes, es la privación crónica de sueño que puede estar causada por malos hábitos, enfermedades, trastornos neurológicos o trastornos primarios del sueño.

  • Parasomnias

Son trastornos del sueño caracterizados por conductas anormales asociadas a las fases del sueño o a la transición de sueño-vigilia. No suelen ser graves y normalmente desaparecen al crecer el niño, aunque si interfieren en su vida diaria puede ser necesario tratamiento psicológico.

Se clasifican en 3 tipos diferentes: Parasomnias asociadas al REM, asociadas al NREM y parasomnias de la transición sueño-vigilia.

 a) Parasomnias asociadas al REM

La más habitual en niños son las pesadillas, sueños inquietantes que despiertan al niño. Son habituales en niños con mucha imaginación. Al despertarse, el niño recuerda lo que pasaba en el sueño y suele estar relacionado con acontecimientos del día o hechos que le causan inquietud.

 b) Parasomnias asociadas al NREM

Suceden durante la primera parte de la noche. El niño puede parecer confuso y desorientado y, si está medio dormido, es difícil despertarlo. Una vez acabado el episodio puede seguir durmiendo tranquilamente y normalmente no recuerda nada de lo sucedido. Las principales son: sonambulismo, somniloquia (emisión de sonidos con significado psicológico mientras se está dormido) y terrores nocturnos. Estos últimos no son como las pesadillas, ya que el niño se despierta con un grito, llanto inesperado e intenso, taquicardia y cara de susto. El pequeño está a la vez despierto y dormido y no recuerda nada una vez acaba el episodio. Cuesta calmarle.

c) Parasomnias de la transición sueño-vigilia

Son episodios que ocurren antes de comenzar el sueño o al despertar y pueden ser de dos tipos:

 - Bruxismo: rechinar de los dientes. Es muy común y puede llegar a afectar hasta al 50% de los niños y jóvenes.

 - Movimientos rítmicos: algunos niños necesitan efectuar ciertos movimientos para conciliar el sueño, como balanceos, sonidos guturales, golpes de cabeza o de las extremidades contra el colchón… No suelen durar más allá de los 2 años.

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