Aprendizaje

5 razones para gamificar la educación

La gamificación permite desarrollar habilidades que no se potencian en las metodologías tradicionales

Edad recomendada De 0 a +13 años

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La gamificación no es más que aplicar mecánicas propias del juego en entornos no lúdicos como, por ejemplo, en el colegio para potenciar habilidades como la motivación, la concentración o el esfuerzo.

La gamificación potencia el trabajo en equipo y fomenta la curiosidad

La educación está cambiando mucho en los últimos años. Las nuevas tecnologías se están introduciendo en las aulas y son muchas las nuevas metodologías que se están implantando para acercarse a los chicos y motivarlos, logrando que la educación sea para ellos atractiva e interesante y no un “rollazo” que están obligados a escuchar. De esta manera, se consiguen mejores resultados y un aprendizaje mucho más eficaz.

Una de estas nuevas metodologías, cada vez más aceptada, es la gamificación, es decir, una herramienta educativa para promover el aprendizaje a través de juegos y procesos lúdicos que ayudan a comprender mejor los conceptos y a captar la atención de los alumnos.

5 beneficios de una educación gamificada

  1. Profundiza el aprendizaje y la retención de contenidos. A través del juego los contenidos se incorporan a la cultura del alumno, mientras que la memorización solo sirve a corto plazo, pero se olvida una vez ha pasado el examen.
  2. Fortalece el trabajo en equipo. Los concursos y los juegos en grupo permiten a los chicos y chicas aprender a trabajar como un equipo, además de autogestionarse y autocoordinarse para alcanzar los objetivos, fomentando su responsabilidad.
  3. Aumenta la formación en valores. La gamificación permite desarrollar valores como el respeto hacia los demás, la autosuperación, el compartir, etc.
  4. Fomenta la curiosidad. La curiosidad es una habilidad innata que se va perdiendo conforme crecemos. Pero el juego o los experimentos permiten al niño seguir desarrollando su curiosidad, además de potenciar su espíritu crítico, su autonomía y darles alas para que continúen aprendiendo por su cuenta fuera del colegio.
  5. Mejora la relación alumno-profesor. Mediante el juego, la atención en las clases aumenta y el profesor se convierte en un guía en lugar de alguien que suelta un aburrido sermón. Además, el ambiente distendido que genera la gamificación favorece a todos los niveles el aprendizaje en las clases.

Fuente: Brains International Schools

EXPERTO:

Irene García Pérez

Periodista

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.