Día a día nos enfrentamos al hecho de tener que decidir por y para los hijos
Edad recomendada De 0 a +13 años
¿Quién no ha tenido alguna vez, como padre o madre, alguna duda acerca de si las decisiones tomadas con los hijos son las mas correctas? Muchas de estas decisiones vienen marcadas por la vida misma y en otras ocasiones son ellos quienes nos plantean situaciones que no hubiéramos pensado, pero que requieren de decisión y criterio.
El miedo constante que tienemos las familias recae en el hecho de no acertar en aquello que decidimos. Este miedo viene provocado, en parte, porque las consecuencias de las decisiones pueden repercutir, negativamente o no, en el niño, y también por nuestra propia inseguridad.
Si nos encontramos en situaciones muy complicadas, se recoienda acudir a profesionales para que participan del proceso educativo de los hijos y puedan orientarnos con datos también más exhaustivos.
Además, ahora estamos en un momento que implica una complejidad mayor, puesto que muchas familias están pasando una crisis laboral, social o de salud importante que puede hacer que exista una inestabilidad emocional destacable.
Esta inestabilidad emocional y la propia crisis pueden dar lugar a tomar decisiones equivocadas por el miedo a la situación. Muchas familias tienen una gran incertidumbre de cómo acertar ante ciertas decisiones por el momento en el que se encuentran. Es por ello, que desde la psicología se recomienda analizar la situación desde las dos perspectivas. Desde la situación actual de crisis y pensando cómo se podría analizar y qué medidas o soluciones dar si no existiese la crisis. El objetivo es evitar el reduccionismo a la crisis puesto que muchas decisiones se van a ver afectadas por el momento, pero otras muchas puede que no.
A pesar de seguir estos pasos puede que no acertemos en la decisión tomada. Si la confusión en la decisión tiene consecuencias muy importantes para los niños debemos saber rectificar, reconocer nuestro error y pedir perdón. Esto nos humaniza ante ellos y también les damos un buen ejemplo.
En conclusión, ante todo, lo importante es:
EXPERTO:
Licenciada en Pedagogía. Diplomada en Magisterio de Educación Infantil. Asesora de Eduka&Nature.