Aprender a pensar: claves para estimular el aprendizaje en niños

Pensar es fundamental para que los niños se desarrollen y sepan comprender, entender el significado de las cosas, tomar sus propias decisiones, reflexionar… Por eso, es importante que enseñes a tu hijo a pensar por sí mismo.

Pensar no es solo aplicar los procesos mentales lógicos a una cuestión, sino que saber pensar implica formular opiniones, tener ideas, tomar decisiones, entender lo que se lee y escucha… habilidades fundamentales para que el niño se desarrolle como persona, mejore su aprendizaje, se relacione con los demás, saque buenas notas y, de mayor, tenga éxito laboral.

Actualmente los niños piensan menos. Y es que las nuevas tecnologías nos lo dan todo hecho, con solo un clic puedes encontrar respuesta a casi cualquier pregunta. Algunas personas incluso usan internet para tomar decisiones importantes en base a lo que otras personas escriben, sin tener en cuenta si eso es también bueno para ellos. Asimismo, los niños reciben hoy en día tantos estímulos que su actitud es más bien pasiva, y muy poco reflexiva.

Por supuesto, no conviene quitar importancia al hecho de aprender cosas de memoria y saberse muchos datos, pero es igualmente importante que el niño sepa pensar y resolver cuestiones y problemas por sí mismo, tanto relacionadas con el colegio, como con la vida diaria.

Para enseñar a tu hijo a pensar puedes poner en práctica estas ideas:

• La lectura potencia la imaginación, la memoria, la reflexión, aporta vivencias diferentes… y, por supuesto, el pensamiento en general.
• La televisión, los videojuegos o internet no potencian el pensamiento activo. Para ayudarle, debéis sacar ratos para charlar con él de cualquier tema. Podéis haceros preguntas sobre diferentes temas, intentar averiguar la causa de algún acontecimiento o suceso, plantearle cuestiones para ver cómo argumenta, etc.
• Los niños de pequeños son muy curiosos y hacen preguntas constantemente. Aunque resulte agotador a veces, debes estimular esa capacidad y responderle o ayudarle a buscar las respuestas.
• Para que aprenda a tomar decisiones, debes dejarle tomar decisiones. Dale autonomía y déjale elegir siempre que sea posible qué ropa quiere ponerse, a qué parque ir a jugar o qué película ver.
• Nunca desprecies sus ideas, aunque sean un poco raras o imposibles. Al contrario, alábale por ellas y anímale a seguir pensando.
• Las adivinanzas, los problemas matemáticos, los pasatiempos o los juegos de razonamiento son un modo divertido de potenciar el pensamiento.