La muerte es un concepto muy difícil de comprender para los niños y de explicar para los adultos
Edad recomendada De 0 a 12 años
Periodista
“Mamá, ¿qué pasa cuando te mueres? ¿Duele? ¿Existe el cielo?”. Todas estas preguntas no son nada fáciles de responder. Obviamente la respuesta, en parte, dependerá de las creencias religiosas de cada uno pero, aun así, la mayoría de los padres dudará acerca de cómo abordar un tema tan complejo y del que nadie, en el fondo, quiere hablar.
Cuando se tienen hijos hay que estar preparado para hacer frente a todo tipo de preguntas ya que es en la infancia, precisamente, cuando más preguntas se tienen y, sobre todo, acerca de temas tan complejos como la muerte.
La idea de morir da miedo a cualquier edad, por lo que todos preferimos evitar este tipo de pensamientos hasta que las circunstancias nos obligan a enfrentarnos a ella. Sin embargo, los niños tienen una curiosidad constante y es normal que, desde muy pequeños, se pregunten acerca de la vida y la muerte. Si al hacerlo ven en nosotros angustia o miedo, les transmitiremos esa sensación, por eso es mejor estar preparados para cuando llegue este tipo de cuestiones.
La muerte es un concepto muy difícil de comprender para los niños y de explicar para los adultos. Así lo piensa la psicopedagoga mexicana Verónica Cinosi: “En nuestra sociedad, donde se niega y se oculta la muerte con tanatorios y cementerios apartados, el hablar sobre ella es un tabú, como lo fue el sexo en otro momento. ¿Cómo explicarles a los niños algo que ni siquiera nosotros sabemos y cuyo desconocimiento nos genera angustia? Lo más importante en este caso será cómo le transmitamos esa idea a un niño, ya que el concepto de ‘estar muerto’ no tiene el mismo significado para él que para nosotros, al ignorar el miedo a la muerte, a la nada eterna”.
Hay que tener en cuenta que la forma de entender la muerte varía según la edad del pequeño:
¿Cómo responder a sus preguntas?
Las respuestas concretas dependerán de las creencias religiosas de los padres ya que no es lo mismo ser católico o musulmán que ateo. No obstante, sea cual sea la fe que profesáis, siempre se deben seguir una serie de consejos al tratar estos temas:
Lo que nunca debes decir…
Aunque sea muy doloroso enfrentarse a la muerte, no debes recurrir a metáforas para explicarla: “El abuelo está durmiendo”, “Ha emprendido un hermoso viaje”… ya que los niños piensan en términos literales, lo que puede confundirles y hacer que cojan miedo a dormirse y nos despertarse nunca más “como el abuelo”.
También es frecuente que pregunten por su propia muerte o la vuestra. No conviene decirles que no vais a morir ya que si, desgraciadamente, tuvieran que enfrentarse a la muerte de alguien de su entorno, perderían la confianza en los adultos. Es mejor decirles que eso pasará dentro de muchos años, por lo que ahora no deben preocuparse por ello.
Verónica Cinosi, psicopedagoga. Juan Pedro Valencia, psicólogo. Natalia Sastre, psicóloga.
EXPERTO:
Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.