Aprendizaje

Enseña a tu hijo a ser responsable

Esta cualidad tan beneficiosa puede ayudarle en su desarrollo

Edad recomendada De 4 a +13 años

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Son muchos los valores y enseñanzas que debemos transmitir a nuestros hijos. Uno de ellos, fundamental para que tenga éxito en la vida, es la responsabilidad, ya que las personas responsables son capaces de reflexionar antes de actuar y tomar decisiones correctas.

Ser responsable es esencial para evitar peligros y saber tomar decisiones

La responsabilidad es una cualidad que, en parte, va ligada al carácter de la persona y al orden de nacimiento. Así, los primogénitos suelen ser más serios y responsables que los pequeños, que son, normalmente, más alocados. Pero, además, la responsabilidad es un valor que puede, y debe, enseñarse desde pequeños ya que aporta múltiples beneficios:

  • Permite evitar ciertos peligros al reflexionar antes de actuar.
  • Ayuda a valorar las consecuencias de cada acto y a aceptar la responsabilidad por las mismas.
  • Permite tomar decisiones son la interferencia de los demás, apropiadamente y dentro de las normas sociales.
  • Nos ayuda a superarnos y mejorar, así como a ser autosuficientes y tener más autoestima.

¿Cómo enseñarles a ser responsables?

Enseñar responsabilidad es, básicamente, enseñar a saber escoger entre diferentes elecciones sabiendo que cada una de ellas tiene sus propias consecuencias, de las que luego hay que responsabilizarse.

Un niño responsable es capaz de conseguir sus propios objetivos sin pisar a nadie, reconocer sus errores, pedir perdón, no echar la culpa a los demás, decidir por sí solo, realizar las tareas de la casa y el colegio sin que nadie le obligue a ello, etc.

Para enseñar responsabilidad a tus hijos debes seguir los siguientes consejos:

  • Asígnale desde pequeño diversas tareas de la casa, acordes a su edad y sus capacidades.
  • Dale autonomía para que se vista, coma, haga la cama… No debes hacerlo todo tú por él.
  • Establece una serie de normas y límites y enséñale cuáles son las consecuencias si no las respeta.
  • Motívale y elógiale cada vez que se comporte responsablemente, incluso aunque haya cometido un error. Es más importante que lo reconozca y pida perdón que el fallo en sí.
  • No le subestimes ni le sobreprotejas, deja que tome sus propias decisiones y cometa sus propios errores.

Ayúdale a tomar decisiones valorando las consecuencias de cada elección para que aprenda a hacerlo solo más adelante.

EXPERTO:

Irene García Pérez

Periodista

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.