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Cómo evitar intoxicaciones alimentarias

Algunas bacterias, como la E.coli o la Salmonella, pueden estar presentes en ciertos alimentos

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Al cocinar debemos extremar las medidas de higiene ya que una intoxicación alimentaria puede causarnos diarreas, vómitos, deshidratación, calambres abdominales, fiebre o dolor de cabeza.

Aquí van algunos consejos sobre cómo conservar y cocinar los alimentos para evitar problemas indeseables.

Es importante conservar, manipular y cocinar los alimentos de manera adecuada para evitar intoxicaciones

Si bien las intoxicaciones alimentarias no suelen revestir gravedad, sí que son muy molestas ya que causan un estado de malestar general que puede durar días. Los síntomas dependen de la infección contraída, aunque los más comunes son diarrea, fiebre, vómitos, calambres abdominales, deshidratación, debilidad o dolor de cabeza.

Las principales infecciones alimentarias provienen de bacterias que se pueden encuentran en los alimentos, como la salmonella (presente sobre todo en los huevos);  la E.coli (presente sobre todo en carne cruda o poco cocinada, leche o productos frescos crudos); o la listeria (que aparece sobre todo en verduras, leche cruda o productos en conserva).

Para evitar una intoxicación alimentaria, es importante extremar las medidas de higiene al manipular, conservar y cocinar los alimentos siguiendo las siguientes medidas:

  • Mantener la carne y el pescado a temperaturas de refrigeración y congelación adecuadas. El pescado conviene tenerlo congelado al menos 48 horas antes de consumirlo para evitar el anisakis.
  • Cocinar bien todos los alimentos ya que el calor mata los microorganismos. No se debe comer nada crudo que previamente no haya sido congelado.
  • No dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente. Si no se consumen enseguida, hay que meterlos a la nevera a menos de 7º C.
  • Nunca juntar en la nevera los alimentos crudos con los cocinados ya que se pueden transmitir microorganismos de unos a otros.
  • No mezclar los utensilios y recipientes para alimentos crudos y cocinados, y ni quiera para alimentos no cocinados diferentes. Por ejemplo, no cortes los tomates con el cuchillo que has partido el pescado crudo.
  • Límpiate bien las manos antes de empezar a cocinar y cada vez que termines de manipular un alimento, especialmente si estaba crudo.
  • No permitas que los alimentos entren en contacto con ningún tipo de insecto ya que son portadores de bacterias.
  • No rompas la cadena del frío.
  • Lava bien las verduras y hortalizas que vayas a consumir crudas con un desinfectante alimentario.
  • Cuando hagas tortilla de patata, asegúrate de que el huevo está bien cuajado y mantenla en frío mientras no se consuma.
  • Las salsas que llevan huevo crudo, como la mayonesa casera, deben consumirse de inmediato.

EXPERTO:

Irene García Pérez

Periodista

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.